La intersección de Peatonal y Patricias Mendocinas fue el sitio donde se reunieron ayer por la tarde seguidores de la cultura japonesa, varios vestidos como personajes de historietas y de animación orientales. También se pudo observar destrezas marciales y el toque de un par de bandas de música. El Otaku Cosplay Walk II tuvo como finalidad difundir los derechos de los niños y recolectar juguetes que serán entregados a la Fundación Conin.
Sofía Méndez (15) y Gisela Arancibia (20) iban vestidas como dos “gotic lolitas”, con ropa en negro y blanco, con puntillas y unas llamativas pestañas postizas. Las chicas, oriundas de Palmira, explicaron que imitan a muñecas de porcelana góticas y que ellas mismas confeccionaron sus trajes. “Antes teníamos miedo de lo que podían decir los demás, pero ahora ya no”, comentó la más joven.
Gabriel Gagliardi, de Unicomix, grupo organizador del evento, explicó que la primera Otaku Cosplay Walk se realizó para recaudar elementos para los damnificados del tsunami que sufrió Japón en marzo de este año. En cada reunión se tiene un doble objetivo, de difusión de una idea y de una acción solidaria.
En esta segunda edición, decidieron divulgar los derechos del niño (el 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos) y también juntar juguetes para donar a Fundación Conin. De hecho, hasta el sábado próximo se podrán acercar donaciones a Locura Magic (San Martín 1360, Galería Mendoza, local 10) y @nime Fun (Lavalle 45, Galería Independencia, local 39).
Claudio Salazar acompañaba a su hija Micaela (12), quien iba vestida de Alice Madness Returns, el personaje de un videojuego que muestra una versión oscura de Alicia en el País de las Maravillas. La chica lucía un vestido azul y un delantal blanco cuyo moño en la parte de atrás estaba sujeto por una calavera y cuyo frente estaba manchado con sangre. “Me gustan el animé y la música japonesa, también los dibujos”, detalló Micaela.
Otros que habían decidido sumarse a la propuesta eran Simón Pina (30), quien iba vestido como Linterna Verde, y Vanesa Siles (15), quien había optado por la onda lolita en rojo y negro. El joven detalló que empezó a leer cómics y ver series de animación a los 15 y que con el tiempo le siguieron llamando la atención “todas esas cosas que nos gustan a los freaks”.
Gagliardi señaló que el cosplay es una representación de un personaje de alguna serie de animación japonesa o de un superhéroe -esto es menos común- y que la idea es elaborar uno mismo el traje y adoptar la actitud de esa figura. Si bien se suele competir, en la actividad de ayer la propuesta era sólo ir disfrazados y participar de una caminata por la Peatonal. Además, la Escuela Ninjutsu Bujinkan Mendoza hizo un show de destrezas marciales y tocaron las bandas Iscariotes y Oto Fire.
Asimismo, el viernes y sábado próximos, de 15 a 20, habrá un encuentro de cultura japonesa (gratuito) en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, con charlas-debate, cine, la disertación del único monje budista zen mendocino y talleres de bonsai.
Sofía Méndez (15) y Gisela Arancibia (20) iban vestidas como dos “gotic lolitas”, con ropa en negro y blanco, con puntillas y unas llamativas pestañas postizas. Las chicas, oriundas de Palmira, explicaron que imitan a muñecas de porcelana góticas y que ellas mismas confeccionaron sus trajes. “Antes teníamos miedo de lo que podían decir los demás, pero ahora ya no”, comentó la más joven.
Gabriel Gagliardi, de Unicomix, grupo organizador del evento, explicó que la primera Otaku Cosplay Walk se realizó para recaudar elementos para los damnificados del tsunami que sufrió Japón en marzo de este año. En cada reunión se tiene un doble objetivo, de difusión de una idea y de una acción solidaria.
En esta segunda edición, decidieron divulgar los derechos del niño (el 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos) y también juntar juguetes para donar a Fundación Conin. De hecho, hasta el sábado próximo se podrán acercar donaciones a Locura Magic (San Martín 1360, Galería Mendoza, local 10) y @nime Fun (Lavalle 45, Galería Independencia, local 39).
Claudio Salazar acompañaba a su hija Micaela (12), quien iba vestida de Alice Madness Returns, el personaje de un videojuego que muestra una versión oscura de Alicia en el País de las Maravillas. La chica lucía un vestido azul y un delantal blanco cuyo moño en la parte de atrás estaba sujeto por una calavera y cuyo frente estaba manchado con sangre. “Me gustan el animé y la música japonesa, también los dibujos”, detalló Micaela.
Otros que habían decidido sumarse a la propuesta eran Simón Pina (30), quien iba vestido como Linterna Verde, y Vanesa Siles (15), quien había optado por la onda lolita en rojo y negro. El joven detalló que empezó a leer cómics y ver series de animación a los 15 y que con el tiempo le siguieron llamando la atención “todas esas cosas que nos gustan a los freaks”.
Gagliardi señaló que el cosplay es una representación de un personaje de alguna serie de animación japonesa o de un superhéroe -esto es menos común- y que la idea es elaborar uno mismo el traje y adoptar la actitud de esa figura. Si bien se suele competir, en la actividad de ayer la propuesta era sólo ir disfrazados y participar de una caminata por la Peatonal. Además, la Escuela Ninjutsu Bujinkan Mendoza hizo un show de destrezas marciales y tocaron las bandas Iscariotes y Oto Fire.
Asimismo, el viernes y sábado próximos, de 15 a 20, habrá un encuentro de cultura japonesa (gratuito) en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, con charlas-debate, cine, la disertación del único monje budista zen mendocino y talleres de bonsai.