Curioso anime producido por Samuel L. Jackson que también dobla al protagonista y a su acompañante. Curioso porque, efectivamente es de producción norteamericana y así costó: 1 millón de dólares. Los directores son Fuminori Kizaki (Japón) y Jamie Simone (USA).
La historia gira en torno a un samurái negro que vio como su padre moría a manos de otro guerrero de nombre Justice. Su padre era el poseedor de la cinta número 1 y quién la tenga prevalecerá sobre todos los demás. Justice tenía la cinta número 2, que da derecho a ser el único que se puede batir con el dueño del número 1. Todos los demás guerreros quieren conseguir la número dos para poder alcanzar así el máximo desafío.
Cuando Afro ve como su padre es asesinado jura venganza contra su ejecutor. Para alcanzar ese fin está dispuesto a cualquier cosa. Matará a su maestro, que le acoge en su escuela, para conseguir la cinta número dos y continuar así su camino a la venganza total. Sus compañeros, Jinno y Otsuru, más tarde Okiku, presencian la muerte de su maestro y no perdorán a Afro su traición.
También hay un grupo de monjes llamados los 7 Vacíos que aspiran a hacerse con la cinta número 1 para lo que necesitan la número 2. Okiku entra a su servicio como kunoichi y cuando Afro se cae por un precipicio es ella la que le cuida para acceder a sus recuerdos y, por lo tanto, a su técnica de lucha.
Durante su viaje le acompaña Ninja Ninja quien realmente no es más que su amigo imaginario pero también su alter ego, el lado charlatán y simpático que guarda dentro.
La historia de Afro Samurái es sencilla, sin mucho misterio, pero con mucha violencia gratuita y chorretones de sangre. El punto fuerte, sin duda es su animación, totalmente espectacular. Juega siempre con los ambientes oscuros y sórdidos en un mundo que parece ser el futuro. Un futuro en el que Japón es un país feudal y dónde se dan cita desde katanas hasta los robots más evolucionados.
Unos años más tarde se produjo Afro Samurai: Resurrection con las voces de Samuel L. Jackson (de nuevo), Lucy Liu y Mark Hamill (sí el de Star Wars). Esta película continuaba la historia del anime que había quedado abierta.