7 de mayo de 2013

‘Shingeki no Kyojin’, un anime muy necesario.



Obra de Hajime Isayama, el hasta ahora desconocido joven mangaka que ha saltado del anonimato a publicar una de las obras más vendidas de la editorial Kodansha.

Con ese panorama, no era de extrañar que anunciaran tarde o temprano su adaptación al anime. Y la verdad es que desde que se anunció muchos la hemos estado deseando con ganas y la razón principal, creo yo, radica en que los que seguimos el manga original consideramos este anime como algo totalmente necesario. No exagero con este calificativo, ya que ‘Ataque a los Titanes’, título del manga en España, cuenta con uno de los estilos visuales más horrendos que he visto en mi vida, ya sea tanto en manga como en cómic.

Estamos acostumbrados a que la primera obra de un mangaka no cuente con un estilo de dibujo pulido u original, ya que normalmente los nuevos mangakas vienen de trabajar como ayudantes de otros autores o por su propia cuenta. Sin conocer los orígenes de Isayama-san dentro del gremio, no creo errar mucho si digo que este es su primer trabajo en serio, sin haber colaborado antes con otros mangakas, y es su exagerado estilo amateur el que lo delata.

Pero hay que reconocer que Isayama-san tiene en su mente escenas que deben rebosar una espectacularidad suprema, pero que en los límites de una página en blanco simplemente queda patente que le es imposible demostrar, al menos por el momento. Por esta simple razón, el anime de ‘Shingeki no Kyojin’ me parece algo que estábamos pidiendo a gritos, un medio en el que esta espectacularidad, lejos de perderse, se luzca como estaba ideada inicialmente, algo que creo han conseguido con nota.
Simplemente tras su ultravitaminado opening se intuye que esta serie de 25 episodios va a ser un torrente de acción bien conducido
El mundo que se nos muestra en ‘Shingeki no Kyojin’ es una distopía extrema, en el que la humanidad se ha visto obligada a tomar medidas extremas para un problema igualmente extremo. Los titanes, seres antropomórficos de gran tamaño (desde una altura de un primer piso hasta vete a saber tú bien cuál es el límite) han obligado a la humanidad a refugiarse tras una serie de muros concéntricos que delimitan los distintos niveles de seguridad de sus habitantes. Evidentemente no todo el mundo tiene permiso para vivir en el centro del círculo, obligando a que parte de la población vivan en ciudades concretas, sirviendo como carnaza de los titanes y así poder combatirlos de una forma más eficiente.

Pero tras 100 años en los que no se le ha visto el pelo a ningún titán cerca del muro, el destino juega la peor de las pasadas posibles. Un inmenso titán hace su aparición frente a la puerta de una de estas ciudades cebo y la destroza de un puntapié, iniciando así una memorable carnicería. Eren Jaeger es uno de los jóvenes supervivientes del ataque que decide enrolarse en la guardia tras este trágico suceso, el cual le ha costado la vida de su madre, acompañado por su amiga de la infancia Mikasa Ackerman. A partir de ahí la historia es un telar de ideales y esperanzas que se ve despedazado a cada mordisco de titán. En cierto modo el manga original me evocó a la magistral Gantz por este aspecto.

Pero centrándonos en el anime, ‘Shingeki no Kyojin’ se puede considerar como el estreno de la temporada de Primavera, ya tan sólo por la expectación que tenía generada gracias al manga original. Al ser un trabajo en el que Production I.G. ha metido mano es de esperar una calidad bastante superior a la de otros animes, con un nivel de exigencia más laxo y que, siendo sinceros, no necesitan de un nivel de cuidado más allá del mínimo. ‘Shingeki no Kyojin’ sí que lo exigía tan sólo por acentuar el normal contraste con su manga, en el que evidentemente sale ganando.

Simplemente tras su ultravitaminado opening se intuye que esta serie de 25 episodios, que veremos si consigue alguna temporada extra, va a ser un torrente de acción bien conducido, algo que creo que se demuestra tras sus dos primeros episodios. Por supuesto no vamos a ver un nivel de violencia descubierta tan grande como en la obra original, pero en este caso han conseguido enmascararla de una manera tan sutil y permisiva.

Normalmente vemos los animes como un material alternativo a las obras originales en las que se basan. Con ‘Shingeki no Kyojin’ creo que podemos estar hablando de un caso de compenetración y complemento. Este es un anime que ya de por sí sólo rebosa una calidad más que decente, pero su disfrute a la par que la lectura del manga, ayuda al disfrute de este último al poder plasmar de una forma adecuada una acción que, hasta ahora, Hajime Isayama no ha conseguido transmitir con su dibujo. Seamos optimistas pensemos que Isayama-san puede tomar ideas de este anime para mejorar su trabajo en el manga, porque falta le hace.